LABERINTO...BOSQUE...UNA PRISIÓN MENTAL...

El espacio escénico ideado desde una narrativa visual, atmosférica y sensorial, contribuye a tensar todos los componentes que constituyen la puesta en escena. Es el lugar del enfrentamiento final entre padre e hijo, para exhibir a los torturadores que lidian con los recuerdos que se asoman allí. Los fantasmas que persiguen a Julián y las convicciones de Marcial.

Es lugar pensado entre el sueño y la vigilia, un espacio mental. Que paulatinamente se tornará siniestro (extraño-inquietante), tensando dos conceptos aparentemente opuestos, lo familiar con lo extraño. Es decir: Lo que debía permanecer oculto se manifiesta, mostrando la otra cara de lo familiar, transformando lo que hasta entonces era conocido y amable, en algo inquietante y sobrecogedor.

POÉTICA DEL ESPACIO - VIDEO